Jardines
La Riviera dei Fiori es famosa por tener espléndidos jardines llenos de variedades de plantas de todo el mundo. El clima particularmente suave de la zona ha atraído a muchos estudiosos de las ciencias naturales y de la botánica desde el siglo XIX, que han construido auténticos jardines en los que estudiar y plantar especies vegetales de todos los continentes. Hoy todo este proceso ha dejado un legado de parques verdaderamente ricos.
JARDINES DE VILLA HANBURY (Ventimiglia)
Thomas Hanbury comenzó en 1867 el trabajo extraordinario que habría hecho de su propiedad uno de los jardines más famosos del mundo: ayudados por su hermano Daniel, crearon el jardín de aclimatación. Primero trajeron plantas de toda Europa, y luego expandieron el jardín con variedades de plantas sudafricanas, australianas y americanas. El jardín también asumió el papel de la investigación farmacéutica en las plantas y en el suelo particular en el que crecieron.
Clasificado como uno de los jardines más bellos de Italia, conserva las plantas en el interior, los senderos naturales que atraviesan su enorme parque y las numerosas iniciativas culturales lo convierten en un verdadero polo de atracción desde la primavera con su floración hasta el invierno.
JARDIN Y VILLA ORMOND
Ubicado à 2 km del Hotel, este famoso jardín municipal incluye una gran cantidad de plantas divididas en una ”andamento a stanze“ que hace que cada rincón sea espectacular. Desde cedros hasta gigantescos ficus en los que a Calvino le encantaba trepar, pasando de palmeras al lado de estilo japonés, y luego el colorido jardín de rosas con plantas exóticas. En la parte superior del parque se encuentra una villa, en estilo Liberty, reconstruida bajo las directivas del arquitecto de Ginebra Réverdin por orden del empresario suizo Michel Louis Ormond. En el parque también hay una espléndida fuente diseñada por Pietro Agosti, en ese momento el dueño del lugar antes de que el Municipio lo comprara para hacerlo público en 1930.
JARDIN DE PALLANCA
Situado en una repisa rocosa con vistas al mar en el municipio de Bordighera, este espléndido jardín es un alboroto de plantas suculentas y cactus. Sin embargo, abierto al público en 1989, nació mucho antes cuando en 1910 Bartolomeo Pallanca, movido por su pasión heredada trabajando con su padre Giacomo y el botánico alemán Winter, decidió iniciar su propio negocio abriendo una guardería que, a excepción de las dificultades encontradas durante la Primera Guerra Mundial En todo el mundo, creció cada vez más hasta llegar a más de tres mil especies de plantas divididas entre invernaderos y áreas de origen en aproximadamente 10,000 metros cuadrados. La presencia de una copiapoa chilena de más de 300 años es curiosa.